¿Es lícito que la RSC conlleve beneficios económicos?

Hace unas semanas escuché a una periodista de la mal llamada prensa de “información general” comentar, a propósito del Caso Urdangarín, que su socio en el Instituto Nóos y profesor de ESADE, Diego Torres había realizado su tesis sobre los beneficios económicos para la empresa de la Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial (en adelante RSC o RSE).

Por el contexto del programa y el tono en que lo dijo, parecía dejar claro que sólo el contenido de esa tesis ya “anunciaba” por sí mismo los supuestos propósitos ilícitos del cofundador del Instituto Nóos. No he tenido la ocasión de leer dicha tesis pero no tengo ninguna duda de que la RSE - si está bien realizada- puede y me atrevo a decir debería ocasionar beneficios económicos para la empresa e incluso tener un ROI (Retorno de la Inversión) aceptable.

Pero antes de nada, aclaremos conceptos:

¿Qué es exactamente la RSC?

Hablamos de RSC cuando una empresa incorpora voluntariamente criterios sociales y/o medioambientales en su actividad económica y en las relaciones con sus Stakeholders (grupos de interés).

La incorporación de la RSE en la estrategia empresarial permite a la empresa:

• Reforzar su posición competitiva (ej.: crea barreras de entrada limitando el acceso al mercado de nuevos competidores, atrae consumidores socialmente responsables por “discriminación positiva”, etc.)
• Controlar los riesgos sociales y medioambientales (ej.: evita reacciones negativas de la opinión pública y posibles boicots de consumidores, etc.)
• Explotar nuevas oportunidades (ej.: facilita el acceso, tanto a nuevos mercados como al cierre de contratos con determinadas empresas o Gobiernos - obteniendo mayor puntuación en concursos o licitaciones públicas -, estimula el desarrollo de nuevos productos medioambientalmente sostenibles, etc.)
• Mejorar su eficiencia (ej.: establece un marco estable de relaciones con los stakeholders que genera confianza y facilita la cooperación, incrementa la capacidad de la empresa para atraer y conservar los RR.HH. más competentes, mejora el clima laboral, reduce el absentismo y los costes derivados de los conflictos laborales, etc.)
• Aumentar su prestigio y reputación (ej.: incrementa el valor de marca y mejora la imagen de la empresa, refuerza la lealtad de los clientes y atrae nuevos clientes, patrocinadores  o socios que valoran las empresas que realizan una Inversión Socialmente Responsable – ISR-, etc.)

Para obtener todas estas ventajas, resulta fundamental incorporar la RSE al Plan de Comunicación de la empresa u organización con el fin de proceder a su comunicación estratégica. Para ello, es conveniente estar certificados de acuerdo a uno de los principales referenciales de certificación en RSE, bien The Global Compact: Global Report Initiative –GRI-, bien la Certificación ISO 26000 u otros standars internacionales.

En España, el 50% de las empresas del IBEX 35 elaboran Memorias de Sostenibilidad, por lo que podríamos decir que las grandes empresas de nuestro país han sabido "tomar el tren a tiempo", pues el mismo porcentaje de las grandes empresas mundiales por cifra de negocio (Fortune 500) elaboran este tipo de memorias.  Al respecto, el pasado día 11 se presentó el estudio “La Responsabilidad social corporativa en las memorias anuales de las empresas del Ibex 35”, referido al ejercicio 2009 que analizaremos en un futuro post.

Después de todo lo expuesto ¿alguien duda que la RSE ocasiona beneficios económicos a la empresa?

Y lo que es mejor, no sólo a ella, sino también a su entorno.