Un Suspenso.
Eso es lo que todos hemos recibido en equidad, según el Índice de Equidad de
Género (IEG) 2012, presentado por Social
Watch. De los 154 países evaluados en el estudio, ninguno redujo su brecha
de género a un nivel considerado “aceptable”.
En
estos tiempos en que mucho se debate sobre la conveniencia o no de las cuotas
para fomentar una mayor presencia de mujeres en puestos directivos, que tantos
se quejan de la in-Justicia de la paridad… hablar del índice de equidad es algo
que “escama” a muchos.
Pero no podemos negar que el "techo de cristal" todavía existe y que dificulta que la mujer pueda ascender laboralmente. Ya no es un techo de cristal, más bien ha pasado, a ser todo un "muro de hormigón" resistente, duradero y bien visible.
Así que no nos viene mal hablar y medir la equidad, aunque sea para saber que hemos suspendido o quizás, precisamente por eso.
Qué es el Índice de
Equidad de Género (IEG)
El
Índice de Equidad de Género (IEG) mide la brecha entre hombres y mujeres en
educación, actividad económica y empoderamiento político.
Social
Watch calcula un valor de la brecha de género para cada una de las tres áreas,
en una escala del 0 (cuando, por ejemplo, ninguna mujer recibe educación pero
todos los hombres la reciben) al 100 (igualdad perfecta).
En
materia de educación, el IEG observa
en la brecha de género en la matrícula a todos los niveles de la enseñanza y en
la alfabetización; la participación
económica calcula las brechas en los ingresos y el empleo; y el empoderamiento mide las brechas en los
empleos altamente calificados, los cargos parlamentarios y las cúpulas
económicas.
Cómo se mide la brecha
El IEG mide la
brecha entre mujeres y hombres, no su bienestar. Así, un país en
el que los jóvenes de ambos sexos tuvieran igualdad de acceso a la Universidad
tendría el valor 100 en este indicador. De la misma manera, un país en el que
niñas y niños no pudieran completar la enseñanza primaria, también obtendría un
100. Esto no significa que la calidad de la enseñanza sea la misma en ambos
casos. Simplemente establece que en ambos casos tanto las niñas como los
varones reciben educación y que no hay, por tanto, brecha.
En qué ámbito se falla
más y en cuál menos
La
brecha de género en educación es menor en todo el mundo que en los dos otros
dos componentes. Mientras el valor mundial para la educación es 71 (o bajo,
según las categorías del índice); para la participación económica es 42 (muy
bajo); y la participación de la mujer en la toma de decisiones es 17 (crítico).
La
participación de la mujer en el ámbito laboral es apreciablemente menor que la
de los hombres. Tienen sueldos considerablemente menores por el mismo tipo de
trabajo, y un porcentaje mayor de las mujeres trabaja en empleos vulnerables o
irregulares. Pero lo más importante es que las mujeres no tienen en ningún país
las mismas oportunidades que los hombres para participar en el proceso de toma
de decisiones económicas y políticas. Las mujeres siguen en el segundo plano
aunque hayan dado grandes pasos en materia de educación y participación
económica.
Hasta
en los países donde la situación relativa de la mujer es mejor, sigue habiendo una importante brecha de
género en materia de empoderamiento.
El
IEG 2012 también deja en evidencia que
la falta de equidad no puede justificarse por la falta de recursos. El
análisis de cada componente del índice en los diferentes países indica que, más
allá del nivel de ingreso, cada nación puede reducir las desigualdades a través
de políticas adecuadas.
Por
ejemplo “Portugal es más rico que Ruanda y más pobre que Francia, pero los tres
países tienen el mismo IEG” de 77 puntos, explicó João José Fernandes, director
ejecutivo de la organización no gubernamental portuguesa Oikos-Cooperação e
Desenvolvimento.
Países
con gran proporción de pobreza como Mongolia (81 puntos), Filipinas (76) y
Nicaragua (74) lograron, sin embargo, altos niveles relativos de equidad de
género. Por otra parte, países de elevado ingreso como Japón (57 puntos),
Turquía y Arabia Saudita (ambos con 37 puntos) presentan amplias brechas de
género.
La brecha de género por
región
Los
cinco niveles en la brecha de género medida de acuerdo con el IEG son
“crítico”, “muy bajo”, “bajo”, “medio” y “aceptable”. Cabe destacar que ningún país del mundo alcanza el mínimo de
91 puntos requerido para ubicarse en el nivel “aceptable”.
Europa
y América del Norte, ambas con IEG promedio de 73 puntos (“bajo”), encabezan la
lista de regiones. Sin embargo, de acuerdo con el estudio, no todos los países
europeos tienen una buena calificación: Albania (55) y Turquía (45), por
ejemplo, tienen una calificación inferior al promedio mundial de 57 (“muy
bajo”).
Los
promedios de Asia Oriental y el Pacífico (69), América Latina y el Caribe (68)
y Asia Central (63) son también “bajos”. África Subsahariana (52) y Medio
Oriente y África Septentrional (43) están ambos en el nivel “muy bajo”,
mientras Asia Meridional está en el escalón más bajo de la nómina con 39 puntos
(nivel “crítico”)
De
los 154 países computados, los que lograron mejor calificación en el IEG 2012 son Noruega (89), Finlandia (88),
Islandia, Suecia (ambos con 87), Dinamarca (84), Nueva Zelanda (82), Mongolia y
España (ambos con 81), todos ellos
con un IEG “medio”.
Los cinco países en peor situación,
según el IEG, son República del Congo (29), Níger (26), Chad (25), Yemen (24) y
Afganistán (15). Los tres en peor situación en América Latina y el Caribe son
El Salvador, con 62, Guatemala, con 49 y Haití, con 48.
Otros índices
Existen otros
índices que miden la brecha de género por medio de indicadores y
parámetros diferentes. Por ejemplo:
- El del
Foro Económico Mundial (GGGI) que mide cuatro áreas sociales (la
participación y oportunidades en la actividad económica, los logros
educativos, la salud general y el empoderamiento político).
- El del Economist Intelligence Unit (WEOI)
que abarca cinco dimensiones (las políticas y prácticas laborales; las
oportunidades económicas de las mujeres; el acceso a las finanzas, la
educación y la capacitación; la condición jurídica y social de la mujer y
el ambiente general de negocios). Etc.
Pero
aunque los indicadores pueden ser diferentes y miden la brecha de género desde
diferentes perspectivas y énfasis, los
resultados son más o menos equivalentes. Si se comparan los 15 países que
ocupan las posiciones superiores y los que se ubican en las inferiores del IEG
de Social Watch con los que ocupan los lugares correspondientes en el IDG del
PNUD se puede ver que 9 países
—Noruega, Países Bajos, Finlandia, Dinamarca, Islandia, Suecia, Suiza, Alemania
y España— aparecen en ambas listas entre
los de mejor desempeño, en tanto otros 6 -Arabia Saudita,
India, la Rep. Dem. del Congo, Costa de Marfil, Nigeria, Yemen y Afghanistán- se repiten en ambas listas entre los de
bajo desempeño.
Como
dije al principio de este post, soy consciente que este tema “escama” a muchas
personas, el problema es que a pesar de que España aparece bastante bien
parada, todavía hoy en día en nuestro país y en otros muchos, esta brecha
afecta y “duele” a muchas.
Pues a mi una puntuación de 81 me parece una puntuación muy alta para la realidad de España, realmente pensaba tendríamos menos nota... con esto no quiero decir que nos conformemos ni mucho menos,aún falta mucho!! sino que creo que puntuan demasiado bien ;)
ResponderEliminarPor cierto FELICIDADES por pasar ya de las 40.000 visitas!!! ya sé que en google analytics ya lo tenías desde hace más de dos semanas, pero para los que vemos el contador de blogger felicidades!
Ya...a mí también me sorprende.
ResponderEliminarPero me sorprende aún mucho más que ningún país del mundo obtenga 91 que es el mínimo para la nota "aceptable" con lo que queda claro que hasta en los países donde la situación relativa de la mujer es mucho mejor (países escandinavos por ejemplo) sigue habiendo una importante brecha de género cuando no debería haberla.
Y lo último que me sorprende es por qué hablar de esto "escama" aún a muchos y muchas. Es una realidad y si le damos la espalda y la negamos no podremos cambiar las cosas.