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jueves, 8 de marzo de 2012

La Importancia del Entorno del Trabajo

Oficina y Hogar: en estos últimos años, la economía ha cambiado radicalmente y, como consecuencia, la empresa y el trabajo han sufrido ciertas mutaciones que requieren un replanteamiento del significado de estos dos ámbitos. La mayoría de nosotros pasamos como mínimo 8 horas diarias en la oficina, cuando no nos la llevamos directamente a casa.
La ley es especialmente concreta en las condiciones ambientales en las que se debe desarrollar el trabajo diario, refiriéndose sobre todo a la atmósfera que respiramos, la temperatura y humedad relativa, la velocidad de las corrientes de aire, la iluminación, o el color para identificar determinados elementos.
La realidad es que… hay oficinas en las que a veces se pasa demasiado frío, en otras demasiado calor, en ocasiones se ve la luz del sol y en otras, no tenemos ni una ventana directa al exterior… Todo esto nos condiciona a la hora de trabajar. Es nuestro espacio vital laboral.
Las condiciones ambientales de nuestro entorno de trabajo influyen en nuestro trabajo, en nuestra motivación e incluso en nuestro ánimo.



Entonces:

¿Deberían las empresas adaptar esos espacios a las necesidades
– no sólo profesionales, sino también vitales - de los trabajadores?






Mucho se habla de este tema y hay opiniones para todos los gustos.
Por un lado, quienes creen que en el puesto de trabajo no deben introducirse “accesorios personales”.  Se trata de un espacio para eso, para trabajar, sin distracciones. La empresa ya le proporcionará al trabajador todos los recursos que necesite. La oficina no es su casa, su casa está en otra parte. Ésta es la postura de Joan Elías que se resume en la siguiente provocadora frase “Si los trabajadores tienen fotos de su familia en su trabajo se supone que, para compensar, tendrán también fotos del jefe en su casa… aunque sea en el aseo”. Un caso más extremo es la práctica de determinadas empresas de cambiar periódicamente de lugar el puesto de trabajo. Es el caso por ejemplo de Indra Sistemas en cuyas oficinas en Madrid el trabajador no tiene un puesto físico de trabajo fijo sino que cada día va cambiando. Las funciones son las mismas, las efectúes donde las efectúes.
Y por otro lado, aquellas empresas que se esfuerzan en que sus trabajadores estén lo más cómodos posible en la empresa y ponen a su disposición diferentes servicios lúdicos, deportivos, de relax… El caso más conocido es el gigante Google y ya, más cerquita y a menor escala conozco el ejemplo de la asturiana Climastar.
Y vosotros ¿Qué opináis?

4 comentarios:

  1. Yo soy más de la línea de Google : ) creo que a mejores condiciones del entorno, tanto ambientales como psicológicas (que tambien estan influenciadas por las primeras) mayor productividad. Todos necesitamos nuestro espacio y el hacerlo propio, además no se pretende que nos identifiquemos con la empresa? hacerla "nuestra"?

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  2. Imagino que la "excusa" de un lugar de trabajo aseptico será el "no distrarse". Puede que para trabajos puramente mecánicos y de producción sin más, cuanto menos distracciones de todo tipo haya mejor, pero si hablamos de otros tipos de trabajo, aunque sea simplemente de atención al público, cuanto uno mejor se encuentre más y mejro producira.

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  3. En mi opinión, salvo en determinados trabajos como cadenas de producción por ejemplo, lo ideal es adaptar el puesto todo lo posible al trabajador. Me decanto por la postura de Google como Jose...o ya en dimensiones más reales Climastar. Si te sientes feliz y cómodo en tu trabajo, trabajarás mejor, o no?
    En un próximo post os explicaré la "Experiencia Google"...Palabras mayores;-)

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  4. Evidentemente como persona inteligente que me considero tengo que estar a favor ;). Cosa distinta es que vea que se hace en la práctica.
    No sé si es que el dinero inmediato nos obnubila cuando se aproxima pero no entiendo que cueste tanto trabajo cumplir con cosas tan básicas que mejorarían muy mucho nuestros negocios (hablo como empresario ficticiamente, que más quisiera!)
    INcluso las normas más elementales recogidas por nuestra legislación en tema de Prevención de Riesgos se ningunean sin pudor alguno ante el silencio del trabajador, qeu ya sabemos que como está en igualdad de condiciones se calla porque no le importa.
    También se de alguna honrosa excepción, supongo que la excepcionalidad hace que no se olvide fácilmente: sé de una mujer que le hacía daño a su salud estar bajo luces fluorescentes, y su empresa cambió el sistema de iluminación de las instalaciones. Con ello logró que la salud de la trabajadora mejorara muchísimo y que siguiera produciendo para ellos.
    La inmensa mayoría prefiere ahorrarse ese coste y tirar de la lista del paro.

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