En el Blog Supervivenciadirectiva de
Virginio Gallardo, fundador de la consultora Humannova, me he encontrado el siguiente artículo con el que estoy tan de acuerdo
que me pareció oportuno traerlo íntegro a este Blog y compartirlo con todos
vosotros.
No me diréis que sólo el título: “El fin de las Empresas Sin Alma (SA)” no era ya suficientemente evocador…
Vivimos un cambio de época, eso está claro.
En los Nuevos Tiempos, la Innovación y las Personas son los pilares fundamentales. Por ello, tenemos que establecer herramientas y procesos colaborativos para que todas y cada una de estas personas aporten, sumen e innoven.
Tengamos fe: habrá un nuevo tipo de
empresas donde las personas serán “un poco” más personas, serán empresas
“Con Alma”.
Os dejo el artículo a continuación:
Os dejo el artículo a continuación:
El Siglo XXI será el siglo del fin de las empresas Sin Alma (SA)
Quizás tú cuando miras a tu
organización debes pensar que un cambio profundo de la organización donde estás
es imposible. Pero lo que es imposible es que en la mayoría de nuestras
organizaciones el status quo permanezca como lo conocemos. Y el status quo
cambiará por que la innovación necesita de la libertad. Y los profesionales y
directivos se verán obligados a reconvertirse en líderes transformadores,
en innovadores, porque sino no serán, no sobrevivirán. Y las empresas serán
diferentes serán empresas con Alma.
Decían que lo
mejor que se le podía explicar a un licenciado recién incorporado a una empresa
para que comprendiese la verdadera naturaleza de las organizaciones
empresariales es que S.A. significaba:
empresa Sin Alma.
En las empresas
Sin Alma las personas eran lo que debía complementar lo que las máquinas y los
ordenadores todavía no podían hacer. Ya que en realidad lo que se quería era
una empresa perfecta donde sólo eran necesarios ingenieros que pusieran en
marcha las máquinas y un financiero para calcular los beneficios. Las personas
y sus emociones no contaban porque, a pesar del bonito discurso del Consejero
Delegado en Navidad, las emociones no se podían recoger ni en la Cuenta de
Resultados ni siquiera en el Balance.
Pero esto está
cambiando y la Era de la Innovación
que se caracteriza por la incertidumbre y la rapidez de los cambios necesita
personas que sean capaces de cambiar con rapidez los sistemas existentes, lo
que implica gestionar a las personas de una forma diferente.
En las nuevas
empresas las personas deberán tener más voz, por que se necesita de la
colaboración para la inteligencia colectiva, se necesita escuchar, se necesita
de las ideas y aún más de las emociones de las personas.
Los profetas de
la Era de la Innovación ya han anunciado el fin de las Sociedades sin Alma. Y
será el fin y lo serán pero no por convicción sino por obligación.
Libertad no es un concepto empresarial,
pero los resultados sí
¿Cómo afectará
este cambio a las empresas? En un muy reciente estudio de Buzz un estudio
realizado por la consultora Booz & Company el 52% de los directivos
consultados no piensa que la estrategia de su compañía pueda conducirles al
éxito. “El 81% de los encuestados opina que las iniciativas de crecimiento que
han desarrollado sus empresas han sido una pérdida de tiempo” ¿A quién le
extraña? La complejidad del entorno hace difícil determinar la estrategia. Pero
si la estrategia es demasiado compleja para los directivos ¿Cómo deben actuar
las empresas?
James Surowiecki en su libro de Wisdom of Crowds nos dice “Cuanto más
poder le des a un solo individuo frente a la complejidad y la incertidumbre,
más probable será que tome malas decisiones. Como consecuencia, hoy en día hay
muy buenas razones para que las empresas traten de pensar más allá de la
jerarquía”. ¿Será la solución que muchas personas actúen de forma inteligente,
que más personas tengan voz, que las pequeñas innovaciones ….? Eso que se
ha denominado “Inteligencia Colectiva”,
probablemente, esta será una parte fundamental de la solución.
Para que haya
innovación el rol de las personas dentro de las organizaciones está llamado a
cambiar, pasará a tener más protagonismo, será más estratégico, el liderazgo
estará más distribuido, las personas tendrán más libertad. Si se quiere
traducir este concepto en términos empresariales: más autonomía, más
empowerment, más capacidad de asumir riesgos,… más,.. más libertad. Y esto no
se hará por una firme creencia humanista
en las personas, se hará por qué será la forma más eficiente de innovar.
Recordemos lo que aprendimos las empresas Sin Alma: sólo interesan los
resultados empresariales. Sólo por ello darán más protagonismo a la voz de las
personas.
La Cultura Innovadora: una nueva forma de
comunicación
Se necesita una
nueva Cultura empresarial, una Cultura más innovadora ¿Pero cómo
conseguirla? Humberto Maturana defiende que la cultura
es una red cerrada de conversaciones y que el cambio cultural ocurre cuando se
produce un cambio de conversaciones en esa red.
Si, la Cultura
es comunicación. La cultura depende de cómo se produce la comunicación y como
se parametriza las “voces de las personas”. Por ello son tan importantes las
herramientas 2.0. porque pueden facilitar, si se las deja, que las ideas y el
conocimiento fluyan, que haya colaboración que haya más inteligencia colectiva
de una forma más transparente, más transversal, de una forma diferente.. Por
ello, encontrarás tantos escritos hablando de la comunicación 2.0. como el
nuevo reto empresarial.
Las nuevas
formas de comunicación, especialmente la comunicación
2.0., se están alineando con la nueva necesidad de las instituciones
de cambiar, de innovar. Porque la innovación es cada vez más social. Y esta es
la nueva prioridad de las empresas, y por tanto de sus profesionales,
especialmente, de los directivos, que son los que crean, conservan el “status
quo” y. si también, lo cambian. Pero ¿Estarán dispuestos a cambiar el “status
quo”? ¿Estarán dispuestos a crear más diálogo transversal y transparente? ¿A
tener más en cuenta la voz de las personas para que se produzca eso que
denominamos inteligencia colectiva?
Antes
llamábamos inconformistas a los que querían que las cosas se hicieran de la
forma en que siempre se había hecho, si el cambio propuesto era profundo se les
llamaba subversivos o revolucionarios. Pero en la nueva Era de la Innovación
estos señores habrá que cambiarles el nombre. Sólo serán supervivientes en
busca de resultados.
La revolución
está en marcha y la mayoría de los profesionales y directivos ya han deducido
que la defensa no la encontrarán mirando atrás ni en la dulce voz del pasado.
Por ello la mayoría de los cambios se producirá por lo de siempre, para
mantenerse en el poder o para seguir siendo profesionales, y esto hará que haya
un nuevo tipo de empresas donde las
personas serán “un poco” más personas, serán empresas “Con Alma”.
Tal vez con
cierto escepticismo siempre he creído más en el poder de los que quieren
sobrevivir que el de los revolucionarios. Ahora los profesionales y directivos
tendrán que tomar el liderazgo del cambio, la mayoría no por que quiera
cambiar, quizás a la mayoría tampoco le importará demasiado si las empresas
tienen alma, cambiarán simplemente para sobrevivir. Porque el dilema es
claro sobrevivir innovando o….
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Muy buen artículo, gracias por traerlo a tu blog. Que decir más que totalmente de acuerdo con él y con lo que tu trasmites en este blog, espero que al final se hagan las cosas tal y como sabemos qued eben de hacerse y no como se hacen y se han estado haciendo...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias Jota
ResponderEliminarEs que ya no sólo se debe hablar de Inteligencia Social sino que es urgente una Inteligencia Colectiva para salir del stand by en el que estamos. Y como dice el autor, no es por un principio humanista, ni por la creencia de que es necesario unos Recursos + Humanos, es ya por mera supervivencia si queremos obtener mejores resultados.
Confiemos sobre todo en que como dice el autor " la revolución esté en marcha".