En
un país como el nuestro, con más de 5 millones de desempleados sorprende que muchos
de ellos “pequen” de sobrecualificación,
algo que sucede principalmente entre los más jóvenes.
Resulta
bastante preocupante si tenemos en cuenta además que los jóvenes son el futuro
de nuestra sociedad. Un reciente informe del Youth
Employment Network expresaba que «la
infrautilización de los jóvenes en el mercado de trabajo puede desencadenar un
círculo vicioso de pobreza intergeneracional y exclusión social». Otro
documento del National Bureau of
Economic Research (NBER) viene a demostrar que quien se ve expuesto a
la recesión entre los 18 y 25 años tenderá a creer que el éxito en la vida
obedece más a la suerte que al esfuerzo.
Pero
entrando ya de lleno en el tema de este post, ante esta situación, los
desempleados se redimen de sus pecados, “recortándose” (ver Post El Síndrome de Procusto que sufre el Desempleado)
y emprendiendo una nueva estrategia
de búsqueda de empleo que consiste en elaborar
diferentes “Quito-CV”: CV en los que se quita tanto como se pone.
Esta
estrategia no surge motu proprio,
sino que es la recomendada por asesores y orientadores de empleo con el fin de
mejorar la “empleabilidad” del candidato. Ya no enseñan sólo a redactar un CV
en orden cronológico directo o inverso, de tipo funcional, etc. sino que
orientan acerca de cómo adecuar el CV a la oferta concreta de trabajo y para
ello, el desempleado tiene que tener necesariamente varios CV: El “CV-A”
espléndido: el real, ése que le ha costado al desempleado tantos esfuerzos, el
que refleja su verdadero recorrido vital y al que raramente “saca a pasear” y un
colorido abanico de diferentes Quito-CV con competencias, habilidades,
conocimientos y experiencias de todas las tallas y tamaños. “Quito-CV” B, C, e
incluso D…
Porque el “CV-A” le sirve
sólo de recuerdo, lo que cuenta si quiere encontrar empleo es tener el “Quito-CV” adecuado y, sobre todo, adaptado a la oferta de trabajo, que habitualmente está muy por
debajo de las responsabilidades que por experiencia y formación le
corresponderían.
Y
luego queda la mejor parte: la de la representación
en la entrevista de sus nuevos “Yo” reducidos y la aceptación de desalentadoras
respuestas que les inducen a reformular un nuevo “Quito-CV”, más pequeño aún
para la próxima actuación…
... Pero eso...ya es otra historia.
Muy interesante el artículo, en la línea del que ya publicaste sobre el síndrome de procusto que sufre el desempleado. Me resulta original el término de Quito-CV, se ve que la gente de RRHH es original...
ResponderEliminarGracias Jota,
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.
El término me lo he inventado yo:-))
Saludos.
Deberías registrar esos términos que acuñas! ;) Lo cierto es que es como ya se ha comentado ene ste blog, es penoso que se utilice el criterio de eliminar a candidatos/as a un puesto por su "sobrecualificación". Como va a ir bien un país en el que no se contrata a los mejores y que el que las empresas en vez de aprovechar de que pueden contratar a gente muy cualificada los prefieren descartar, eso es visión a medio plazo?
ResponderEliminarMuy interesante...esta crisis unicamente trae una serie de frustraciones, siempre y cuando lo permitas...
ResponderEliminarSabes q Quito es una ciudad y esta ciudad es la capital del Ecuador?
Es interesante plantear maneras q resalten tu CV, pero lo más importante es: Q el candidato esté seguro de lo quiere y luche por ello pese al número de nos q reciba...
Gracias Jose, acabo de ver y leer tu comentario! pues sí que lo podría acuñar jeje pero no creo que sirva de nada ya que lo que escribo es público, lo comparto con todo el mundo!
ResponderEliminarGracias Jose, acabo de ver y leer tu comentario! pues sí que lo podría acuñar jeje pero no creo que sirva de nada ya que lo que escribo es público, lo comparto con todo el mundo!
ResponderEliminarGracias E-Health Care Intitute por vuestro comentario y perdonad el retraso en responder. El post tiene tiempo ya y la verdad es que no había visto el comentario.
ResponderEliminarClaro que sé lo de Quito. No tengo la suerte de conocer Ecuador pero tengo un amigo que estuvo y le encantó.
Saludos.