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viernes, 9 de noviembre de 2012

El fin de la “Empresa-controller”


Recientemente se publicó un estudio de la empresa inglesa PopCap que concluía que prohibir el uso de Internet para fines personales en el trabajo supondría un coste a las empresas británicas 8.000 millones de euros al año en concepto de pérdida de productividad de sus empleados. Sí, sí, habéis oído bien: prohibir el uso de Internet para fines personales en el trabajo conllevaría una importante pérdida de productividad de los empleados.

El citado estudio ha llegado a esta conclusión después de haber analizado 1.700 pruebas psicométricas en empresas de todo el Reino Unido. Estas pruebas han sido llevadas a cabo por el psicólogo de la Universidad Goldsmiths, en Londres, Chamorro-Premuzic.

Desde hace tiempo, la mayoría de las empresas limitan o prohíben el acceso a diferentes herramientas y contenidos que ofrece la red. No sólo a redes sociales como Facebook y Twitter, sino también se prohíbe acceder a las cuentas bancarias del trabajador o se castiga a quien llega 15 minutos tarde a su puesto de trabajo. Todo ello con un fin: minimizar distracciones e incrementar productividad.

Pero seamos realistas: está demostrado que el impacto que tienen estas medidas prohibitivas no inciden en la productividad de la empresa y que además, intentar controlar o limitar el acceso a dichos foros en el puesto de trabajo puede llevar más tiempo y esfuerzo del deseado. Todo esto lo hacen con la excusa de aumentar la productividad. Y yo me pregunto: prohibiendo y limitando el acceso a la red o la realización de llamadas personales en el trabajo ¿realmente logran incrementar su productividad?. Me parece a mí que no.

Los Recursos Humanos son precisamente eso: Humanos. Si se les controla, limita, prohíbe…no se les está estimulando. No se sentirán valorados ni comprometidos con una organización que no confía en ellos. No trabajarán mejor ni más eficazmente, no se concentrarán más en sus obligaciones u objetivos, no serán en definitiva, más productivos. Sólo sentirán que no se tiene confianza en ellos, que están siendo controlados, además de limitar considerablemente las posibilidades de su trabajo.


Hay otras vías que ya he comentado anteriormente en este blog. Se pueden articular diferentes fórmulas como por ejemplo la de Google y su famoso 20% (ver post Trabajar en Google), un margen de tiempo de la jornada laboral que el trabajador puede destinar a cosas “ociosas”. En este tiempo, el trabajador podrá acceder a toda esta información que no encaja dentro de su horario laboral. Podrá hacer una transferencia bancaria, mirar vuelos, las fotos del fin de semana, llamar a la guardería, programar sus próximas vacaciones, etc. Y después, libre ya de “distracciones” podrá sacar adelante su tarea diaria, seguramente más motivado y concentrado que si tiene “asuntos pendientes” en la cabeza.

Los empleados no son niños y por tanto no hay que tratarlos como tales. Las empresas deben saber gestionar y desarrollar el recurso más valioso que tienen: el talento de las personas. Debemos hacer que sean protagonistas de su propio trabajo, parte activa de un proyecto común, debemos fomentar su implicación en los objetivos corporativos, no forzarlos, motivarlos y desarrollarlos… sólo así se aumentará su productividad.

Porque si queremos competir en el mundo global, se avecina el fin de la cultura de la “empresa-controller”: la que bloquea el acceso a la red a los empleados, la que impone horarios rígidos e inflexibles, la que “obliga” al empleado a estar concentrado, la que no concede permisos para cuidar al hijo o abuelo enfermo y obliga al trabajador a inventarse excusas, la que impide a las mujeres tener a sus hijos en la edad fértil obligándolas a acudir a técnicas de fertilidad con el considerable coste emocional que conlleva para toda la familia, la que premia el presentismo y el calentar la silla etc. Esa cultura no motiva al empleado. 

Con este planteamiento nunca seremos productivos. Estamos a tiempo para adaptarnos a los Nuevos Tiempos y desechar viejos modelos basados en las prohibiciones. Seamos productivos.


martes, 6 de noviembre de 2012

La sobrecarga de información en el trabajo


Recientemente se ha publicado un informe del estudio internacional sobre las expectativas laborales de los trabajadores Randstad Workmonitor. 

Este estudio se hace en base a una muestra que cubre población de entre 18 y 65 años procedentes de 30 países y que trabajen un mínimo de 24 horas a la semana.

Para este primer informe de 2012 se ha contado con una muestra total de 14.779 entrevistas.



Los datos son reveladores:

4 de cada 10 trabajadores españoles aseguran que sufren sobrecarga de información en el trabajo.

El principal motivo que se aduce a la hora de valorar este exceso de información tiene que ver con el caudal actual de comunicaciones que existe, como el móvil y sus aplicaciones para el correo electrónico.  Esta percepción sitúa a España por encima de la media comunitaria y cerca de países como Francia (39%) o Dinamarca (38%), sólo superada por los italianos (42%).

La sobrecarga de información también excede la jornada laboral.

Un 64% de los españoles asegura que recibe llamadas telefónicas o e-mails fuera de su horario de trabajo, lo que supone la cifra más alta de Europa, solo superada por Grecia (66%). Por su parte, holandeses (40%) y belgas (41%) se muestran como los profesionales que más separan su esfera privada de la laboral.

5 de cada 10 empleados en España se sienten “obligados” a contestar de inmediato.

La generalización del uso de smartphones conlleva una conexión permanente con la realidad laboral a través de la cuenta de correo electrónico que se genera en estos terminales. Si no contestan de inmediato a un correo electrónico o a una llamada, los trabajadores sienten que no están a la altura de sus obligaciones laborales. Esta cuestión adquiere mayor dimensión si se compara con el resto de países de Europa, donde esta percepción sólo se ve superada por países como Francia (51%) e Italia (50%), aunque en otros como en Holanda sólo admiten este principio dos de cada tres encuestados.


Reflexionemos: está claro que los Smartphones nos facilitan mucho la vida y también el trabajo pero

¿Los estamos utilizando de forma eficaz?

El estudio revela que los trabajadores sienten que reciben más información de la que pueden procesar y son, por lo tanto, más propensos a distraerse y menos productivos por la sobrecarga de datos… y es que otro estudio reciente revela que la multitarea va reñida con la productividad pero eso ya lo dejo para un futuro post.


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viernes, 7 de septiembre de 2012

Conciliación en tiempos de Crisis

En tiempos de crisis las empresas se están viendo “obligadas” a recortar cada vez más gastos. 

Pero:
¿Reducir las partidas sobre conciliación de la vida laboral y familiar de sus empleados es la mejor idea?



Parece ser que muchos opinan así ya que esta partida ha sufrido importantes recortes en los últimos tiempos.

Resulta sorprendente puesto que está sobradamente demostrado que el presupuesto destinado a medidas de conciliación es el que mejor ROI -Retorno de la Inversión- tiene y que, como hemos comentado hace poco en el blog (ver post Conciliación y Productividad) los trabajadores de aquellas empresas que facilitan la conciliación de la vida personal, familiar y profesional son más productivos y están más comprometidos con sus respectivas compañías.


Según la consultora PeopleMatters las empresas españolas han reducido entre un 35% y un 40% los presupuestos destinados a conciliación desde el inicio de la crisis. La inversión media por empleado era de 40 euros al año, una cifra no excesivamente alta y que solo afectaba al 30% de la población activa, según las citadas fuentes.


Aunque la crisis no ha afectado a todos los sectores por igual, empresas de todo tipo se han visto afectados por esta negativa tendencia como medida de ahorro. Sin embargo, quizás no han calibrado el impacto que esta reducción tendrá en su cuenta de resultados. Porque la Conciliación - aunque muchos todavía lo piensen - no es un asunto superfluo, ni mucho menos, un asunto de mujeres/madres. Es un tema fundamental para el día a día del principal activo que tienen las empresas: sus Personas.

El ahorro que suponen estas medidas es insignificante si se compara con el alto coste que supone su repercusión en la motivación, rendimiento y productividad de los trabajadores.

Por todo ello, no hay razón para abandonar la inversión en conciliación sino que es el momento de innovar, de echarle imaginación y de poner en marcha medidas low cost que redunden en una mejora de la satisfacción laboral y supongan una parte importante del salario emocional.

Son medidas que no requieren de grandes inversiones económicas pero cuya puesta en marcha refleja el compromiso de la empresa con sus Personas.

Algunos ejemplos:


Algunas medidas clásicas como:

  • La flexibilidad horaria: todos los expertos coinciden unánimemente en que la medida más barata y más valorada por la plantilla es la flexibilidad horaria. Por ello, resulta verdaderamente chocante que el 70% de la población activa no tenga ningún margen de decisión en la organización de su jornada de trabajo. Realmente no cuesta nada establecer un horario flexible de entrada y salida y los beneficios son muy grandes para todos.
  • Permisos o ayudas para asistir a cursos de formación: no se trata ya de financiar formación en el puesto de trabajo sino que al menos se facilite al trabajador la asistencia a cursos en el exterior, se ajusten horarios de forma personalizada, etc.
  • Planes o Medidas de igualdad de oportunidades: establecer un Plan de Igualdad y, sobre todo, ponerlo en marcha y aplicarlo de verdad, desde el convencimiento, no desde la norma.
  • Programas de apoyo a la maternidad y paternidad: apoyar la natalidad realizando adaptaciones no sólo de horarios, sino de tareas en el puesto de trabajo, establecer planes de carrera para madres y padres, no frenar ascensos, etc.
  • Ayudas para el cuidado de personas dependientes: la realidad de muchas familias conlleva el cuidado diario de mayores u otras personas dependientes, facilitarles esa tarea adaptando horarios o mediante medidas provisionales de teletrabajo no es tan difícil.
  • La implementación del teletrabajo: ya hemos abordado esta modalidad de trabajo en varias ocasiones y aunque no es la panacea ni sirve para todo el mundo y requiere una inversión inicial en muchas ocasiones sí funciona. Es cuestión de no cerrarse a la idea y de ver, caso por caso, si se puede aplicar de forma permanente o transitoria.
  • El horario intensivo el viernes que ya es una práctica muy extendida y que supone que el empleado disponga de un fin de semana más largo y pueda desplazarse a visitar familiares que vivan lejos de su domicilio.


Y otras más novedosas como:
  • Crear un Banco del Tiempo en el que los trabajadores puedan intercambiar horas o días entre ellos.
  • Los walking meetings o reuniones dando un paseo: permiten oxigenarse, hacer un poco de ejercicio y refrescar las ideas.
  • Las bolsas de horas: intercambiar horas extras no retribuidas por días libres.
  • Permutas de turnos: permitir que los empleados de puestos similares o sustituibles intercambien sus turnos.
  • Medidas de reconocimiento: reconocer públicamente a los empleados que efectúen una labor profesional excepcional. Pueden ser pequeños detalles como compensarle con un día o tarde libre por el cumpleaños del trabajador.
  • Flexibilizar las vacaciones: de forma que se brinde la posibilidad al trabajador de que pueda cambiar una jornada festiva por tomarse libre un día especial para él o alguien de su familia como por ejemplo el día de su cumpleaños, el de la graduación de su hija, etc. o variarlo si la fiesta patronal de su localidad no coincide con la de la sede de su empresa. 
  • La flexibilización en la elección del período de disfrute de vacaciones, siempre teniendo en cuenta evidentemente las obligaciones inherentes al puesto de trabajo.
  • Contratación por cercanía: establecer como norma en la contratación de personas la preferencia de aquéllas con residencia próxima al lugar donde se encuentre el centro de trabajo. La erradicación de la frecuente práctica de ir rotando al personal por los distintos centros de trabajo de una misma localidad.
  • Facilitar la asistencia a actividades escolares de los hijos como por ejemplo el primer día del colegio del niño o acudir a tutorías o reuniones de padres. El poder acompañar al hijo el primer día de colegio no supone un elevado coste para la empresa y, sin embargo, motiva al trabajador y contribuye a su bienestar emocional. Además, la empresa se “ahorra” el tener al trabajador hablando por teléfono con su niño o la persona que se encargue de su cuidado durante ese tiempo y su probable desmotivación y “enfado” con la empresa…o lo que es peor, que no vaya a trabajar ese día con la excusa de estar enfermo.
  • Planes de compra de vacaciones adicionales no retribuidas: en casos excepcionales, muchas bajas injustificadas forzadas por situaciones familiares críticas estacionales podrían limitarse permitiendo esta opción.
  • Permisos también sin paga para el cuidado familiar o para asistir a formación. 
  • Reducciones de jornada por temas personales y de carácter temporal.
  • Reuniones por videoconferencia u otro formato digital, ahorrando costes de desplazamiento y tiempos de alejamiento del hogar y la familia.
  • Compensación por viajes de trabajo: en el caso de que las reuniones tengan que ser presenciales y haya que realizar viajes de trabajo compensar al trabajador con días de descanso.
  • Etc.
Es cuestión de Voluntad, no de dinero.

De tener el convencimiento real de que las Personas son el principal activo que tienen las empresas y no decirlo sólo “de boquilla”.

De apostar por “su gente”

Desmotivar a los trabajadores es un riesgo que ninguna empresa debería permitirse, ni siquiera con la excusa de que estamos en crisis. Poner en marcha alguna de estas medidas es bastante sencillo, se trata tan sólo de escuchar al empleado para conocer sus necesidades y sugerencias e intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. ¿Realmente es tan complicado? Yo creo que no. 

Además, estos esfuerzos tienen siempre su recompensa:

Atraer y Retener el Talento que no es poco.



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martes, 17 de julio de 2012

Conciliación y Productividad



Ya no hay excusa


Las empresas ya no tienen excusa para no ayudar a conciliar.

Las empresas que facilitan la conciliación aumentan un 19% su productividad y no lo digo yo, lo dice un reciente estudio: el Barómetro de conciliación Edenred-IESE 2012, elaborado en base a más de 7.000 entrevistas a trabajadores de 23 países con diferentes situaciones familiares.

El informe revela que las empresas que facilitan la conciliación de la vida laboral y familiar de forma habitual a sus trabajadores consiguen aumentar su productividad en un 19% ya que sus trabajadores se sienten cuatro veces más comprometidos con la empresa y están menos dispuestos a cambiarse de trabajo.

Por el contrario, en entornos laborales “menos humanos” y que ponen más dificultades a la conciliación, la intención de querer dejar la empresa se multiplica por once.

¿Quiénes valoran más la Conciliación?

La “Generación X” (entre 29 y 47 años) es la más proclive a dejar la empresa cuando ésta no facilita la conciliación. Así, el 80% de los trabajadores de esta generación querría dejar su empresa por dificultar sistemáticamente la conciliación de la vida laboral y familiar.

Por el contrario, los trabajadores más jóvenes, de hasta 28 años, dan prioridad a conservar el puesto de trabajo en entornos que no favorecen la conciliación. Así, sólo uno de cada tres abandonaría su empresa si su entorno laboral obstaculizara la conciliación, hecho que los autores atribuyen a la incidencia de la crisis en su generación.

En España, las mujeres jefas son mejor valoradas, en general, por su empleados, que se sienten mejor comprendidos, escuchados y valorados que cuando el jefe es un hombre.

El estudio constata que cuatro de cada diez trabajadores no están comprometidos con su empresa. Entre las empresas que facilitan la conciliación, el 95% de los trabajadores sí se muestra comprometido con su empleador, porcentaje que baja hasta el 60% en el caso de las empresas que no la favorecen.

En general, la insatisfacción de los trabajadores en entornos laborales que no favorecen la conciliación entre la vida personal y la laboral es nueve veces mayor que en entornos donde sí se facilita.

El estudio refleja además que el compromiso con la empresa es mayor en el caso de los trabajadores que tienen hijos. De hecho, cuando la empresa facilita la conciliación, el compromiso de los trabajadores con hijos es del 100%, mientras que en las mismas circunstancias el compromiso de los trabajadores sin hijos alcanza el 84%.

Cuando la empresa no favorece la conciliación, el compromiso de los trabajadores baja hasta el 23% entre los trabajadores con hijos y hasta el 22% entre quienes no tienen descendencia.

Asimismo, el compromiso con la empresa es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Así, el 80% de las mujeres se muestran comprometidas con sus empleadores cuanto tienen a otra mujer de jefe, si bien el porcentaje desciende hasta el 57% si su jefe es un hombre. Si tienen hijos, estos valores alcanzan el 84% y el 66%, respectivamente.

Fuente: EuropaPress

martes, 26 de junio de 2012

En qué se pierde el tiempo: Infografía



Esta infografía recoge en qué se pierde el tiempo en los Estados Unidos pero no hay demasiadas diferencias con otros países como el nuestro.

¿Y vosotros? ¿Qué pensáis?
¿En qué creéis que se pierde más el tiempo en el puesto de trabajo? 


¿Os gustan las infografías?


viernes, 25 de mayo de 2012

El Teletrabajo en Europa



Actualmente 10 millones de europeos “teletrabajan” según el Status Report on European Telework de la Comisión Europea, lo que viene a representar el 6% del total de la fuerza de trabajo.





Al comparar el número de teletrabajadores entre los diferentes Estados Miembro de la U.E., nos encontramos que:
  • Alemania y Reino Unido van a la cabeza, con más de 2 millones de teletrabajadores;
  • Irlanda es el país con menor implantación (61.000), seguido de Dinamarca (280.000), Finlandia (355.000)
  • y en cuanto a España, sólo tiene 357.000 teletrabajadores.



En las discusiones al más alto nivel en la Unión Europea sobre el empleo en la sociedad de la información, se están estableciendo objetivos de fuerte apoyo a la implantación del teletrabajo apoyados en los indudables beneficios que conlleva, tanto para la economía, como para las personas y el medio ambiente:

  • mejora de la productividad,
  • incremento de la movilidad,
  • capacidad para que una población que envejece pueda seguir activa y aportando a la economía,
  • desarrollo sostenible derivado de la reducción de la contaminación y congestión del tráfico,
  • equilibrio vida personal - vida laboral,
  • reducción del estrés, etc.


Según Peter Johnston, responsable del departamento de Nuevos Métodos de Trabajo en el Directorio de la Sociedad de la Información de la Comisión Europea,esta nueva manera de organizar el trabajo que llamamos teletrabajo proporciona una mejora tan importante de la innovación y la productividad que ahora es esencial para llevar a empresas de todos los tamaños a nuevos niveles de competitividad”.

La siguiente imagen representa las principales ventajas y retos detectados en un sondeo en el 2008.



Esta estrategia de negocio no sólo mejora los resultados, sino que también mejora la calidad de vida de los empleados. Actualmente, cada vez más empresas están poniendo en marcha iniciativas para mejorar el equilibrio vida laboral – vida personal de sus empleados y el teletrabajo es una de las principales.

Estamos viviendo no una época de cambios, sino más bien un cambio de época. Son los Nuevos Tiempos y el teletrabajo es un síntoma de un cambio profundo en la economía y en la sociedad que está marcando el inicio de una nueva forma de funcionar para las empresas y sus empleados, una nueva forma que trae asociados beneficios económicos, personales y ecológicos.
Tiempo, espacio y trabajo adquieren nuevas dimensiones. Es la Economía del Conocimiento y es la Sociedad de la Información lo que ahora está tomando forma.



Podéis ampliar información en:

  • European Telework Development (ETD): Iniciativa europea financiada por la Dirección General XIII de la Comisión Europea como parte del programa ACTS para la promoción del teletrabajo en Europa.
  • EUROFOUND Fundación Europea para las Condiciones de Trabajo.


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viernes, 18 de mayo de 2012

El Teletrabajo ¿probamos?



Si en los últimos tiempos, se habla mucho del Teletrabajo es porque existe una gran inquietud y necesidad por la Conciliación de la vida profesional, personal y familiar (ver post Conciliación o Insatisfacción).

Pero ¿qué es el Teletrabajo?

La Comisión Europea aporta la siguiente definición:

El Teletrabajo es un método de organizar y/o realizar el trabajo mediante el cual una proporción considerable del tiempo de trabajo del empleado está: a distancia de las oficinas de la empresa, o de donde se entrega el resultado del trabajo; y cuando el trabajo se realiza con el uso de tecnologías de la información y de tecnologías de transmisión de datos, en modo particular con Internet”.

Se trata de una definición muy amplia que abarca una diversa tipología de Teletrabajo:

·         El teletrabajo en el hogar
·         La alternancia entre trabajo en la oficina y en el hogar
·         El teletrabajo móvil
·         El trabajo en locales de telecentros

Lo que menos importa es DONDE se hace el trabajo sino que lo importante es que dicho trabajo se haga de forma eficaz y eficiente, alcanzando los objetivos previamente establecidos.

Probablemente, muchos empresarios estén de acuerdo con esta afirmación, entonces ¿por qué cuesta tanto implantarlo en la cultura empresarial de nuestro país?

Las razones son muchas:

·      Falta de CONFIANZA de los empresarios en SUS PERSONAS… entonces ¿Por qué las contrataron?
·         Necesidad de CONTROLAR EN VEZ DE DIRIGIR a sus trabajadores.
·         El arraigo de la cultura de “Calentar la silla” en el PUESTO de trabajo.

El sistema rígido y burocrático de organización del trabajo debe cambiar. Lo que importa NO es el TIEMPO DE PRESENCIA en el trabajo sino el TIEMPO QUE SE TRABAJA y CÓMO se trabaja, si se logran los OBJETIVOS.  Y es ahí donde debe ponerse énfasis en el CONTROL, no antes.

Es verdad que el Teletrabajo no es fácilmente aplicable a todos los sectores de actividad y en ello se escudan muchas empresas para no implementar medidas de flexibilización en este sentido. Pero como decía al principio, hay muchas modalidades de Teletrabajo.

Empresarios: ¿Estáis seguros que en vuestra línea de negocio todas las actividades deben ser ejecutadas necesariamente desde la oficina? ¿TODAS? Pues… en ese caso valoremos esta posibilidad, seamos “open minded” como dicen los americanos y empecemos a pensar en global y no a corto plazo. Siempre hay fórmulas flexibles de organización del trabajo que pueden implementarse en alguna tarea o función.

Puede que sea el momento de probar si funciona.

Las VENTAJAS DEL TELETRABAJO son muchas para los trabajadores (conciliación personal al pasar más tiempo en casa y la flexibilización de los horarios, ahorro de tiempo que se pierde en desplazamientos y económico) y para las empresas (en gastos de oficina, reducción del absentismo, aumento de la productividad). Quizá la principal dificultad para implementar este tipo de trabajo no sea una cuestión organizativa ni económica, sino de confianza.

Puede que sea el momento de CONFIAR EN TI COMO EMPRESARIO, en que las personas que has elegido TÚ para trabajar contigo son 

PERSONAS con muchos RECURSOS

Sólo tienes que confiar en ti y en ellos.




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