Tras el post dedicado a Reuniones Eficaces para los Nuevos Tiempos publiqué otro sobre cómo celebrar Reuniones Eficientes para los Nuevos Tiempos, en el que nos quedaba por analizar qué podemos hacer cada uno para contribuir a que una reunión sea más eficaz y eficiente: es decir las diferentes actitudes y tareas que a índole individual debemos realizar cuando nos enfrentamos a una reunión.
Dividamos estas tareas y actitudes en tres momentos: antes, durante y después de la reunión.
Dividamos estas tareas y actitudes en tres momentos: antes, durante y después de la reunión.
Antes de la reunión
Tenemos que saber a qué y para qué vamos, por lo tanto lo primero es leer atentamente la convocatoria y si tenemos alguna duda contactar con la persona que ha convocado la misma.
Documéntate e infórmate sobre los temas que se van a tratar, prepara convenientemente la reunión.
Si pretendes presentar alguna propuesta, prepara lo que se va a decir para que tu intervención sea lo más clara y concreta posible.
Durante la reunión
Respeta el turno de palabra y autocontrola tu tiempo de intervención, ni monopolices el tiempo ni pases sin intervenir.
Intenta consensuar. Estate atento y abierto a todas las propuestas y no preocupado únicamente en cómo presentar las tuyas.
Escucha, valora y contrasta con tus posturas toda la información que recibas.
Mantén una actitud positiva, céntrate en la propuesta de soluciones y busca soluciones, si realizas críticas a otras propuestas, que éstas sean constructivas.
Es tarea de todos que la reunión avance y no se estanque.
Es tarea de todos que la reunión avance y no se estanque.
No te dejes llevar por las emociones del momento, que lo “personal” influya lo menos posible en la tarea a realizar.
Después de la reunión
Realiza un resumen o acta personal, recopila toda la información y los documentos que se hayan generado y tenlo todo presente para próximas reuniones y evitar así volver otra vez a los mismos temas y argumentos.
Si has tenido algún conflicto personal o desencuentro fuerte con algún miembro de la reunión intenta aclarar la situación, no pienses que se va a olvidar o solucionar sin más. Más vale una disculpa de más que de menos.
Si has adquirido algún compromiso, ponte a trabajar en ello lo antes posible. De esta manera en la próxima reunión podrás informar sobre los resultados de tus gestiones.
Por último, el siguiente vídeo, con una gran dosis de humor te puede dar unas ideas de cómo NO afrontar una reunión.
Unas risas para alegrar el día:-))
Unas risas para alegrar el día:-))
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Aunque son cuestiones básicas, muchas de sentido comun, siempre viene bien recordarlo, a ver si de una vez por todas pasamos de lo que sabemos que debía hacerse al hacerlo de verdad.
ResponderEliminarGracias Jose,
ResponderEliminarSon consejos sencillos pero es verdad que todos los olvidamos a la hora de enfrentarnos a una reunión.
Pues para eso el post: para que no se nos olviden:-))
Hola Elsa,
ResponderEliminarmuy interesantes los post que tienes sobre reuniones. Aquí te dejo uno que hemos publicado desde Humanlab muy en la línea. http://www.humanlab.es/liderando-reuniones-efectivas
Saludos!
Gracias Cristina y bienvenida a mi blog.
ResponderEliminarAl final se trata de sentido común, pero ya se sabe que es el menos común de los sentidos:-))
Espero "verte" de nuevo por aquí.
Saludos.