En
la mitología griega, Procusto era un hermoso bandido y
posadero del Ática que tenía su casa en las colinas, donde ofrecía
posada al viajero solitario. Allí lo invitaba a tumbarse en una cama de hierro
donde, mientras el viajero dormía, lo amordazaba y ataba a las cuatro esquinas
del lecho. Si la víctima era alta, Procusto la acostaba en una cama corta y
procedía a serrar las partes de su cuerpo que sobresalían: los pies y las manos
o la cabeza. El
reinado de terror de Procusto finalizó gracias al héroe Teseo.
Hoy
os hablo de los Procustos, seres
muy comunes en los mandos intermedios de las empresas
de nuestro país que van "cortando" trozos de personas a su
cargo, por extraño que suene y mermando capacidades de sus colaboradores porque
en realidad les gustan y ellos no las tienen. Se trata de un mal muy extendido
en las empresas españolas, el "Síndrome
de Procusto": aquel que corta la cabeza o los pies de quien
sobresale.
Los
Procustos de los tiempos actuales no saben gestionar el talento, tienen miedo
de "el nuevo", "el joven", "el proactivo"... en
vez de optimizar los recursos que tienen a su cargo y sacarles el máximo rendimiento
a su propio favor prefieren rodearse de aquellas personas que, o bien
se dejan cortar, o bien son de la “medida indicada” para su “amplitud de miras”...
Sólo
nos queda esperar a Teseo...y los Nuevos Tiempos.
“Si cada uno de nosotros contrata a gente de menor talla que la nuestra, nos convertiremos en una empresa de enanos. Pero si cada uno de nosotros contrata a gente que es más grande de lo que somos nosotros, nos convertiremos en una empresa de gigantes”
David Ogilvy, Ogilvy on Advertising
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Muy buen post! después de las píldoras de ilusión otro término a acuñar: los procustos en las organizaciones : ) Lo único que esos procustos creo que muchas veces no es que les gusten esas capacidades y como las envidian las atacan (como el mayor que envidia la juventud en el otro) para no sentirse mejos y por la tanto-tonto mejos ; )me temo que muchas veces las atacan porque son mezquinos, simplemente las desprecian...
ResponderEliminarPor desgracia completamente de acuerdo contigo y con Jose. Por desgracia los procustos abundan en las organizaciones y así se gestiona el talento y así nos va. El talento provoca envidia y quién no lo tiene, en vez de intentar mejorar, procura rodearse de gente que no lo tenga o limitárselo... triste pero cierto.
ResponderEliminarMare del amor hermoso ... pero si tiene nombre y todo!!!
ResponderEliminarCOn lo alta que es una ya sé yo que simplemente darían algo por cortarme cabeza o pies fisicamente hablando jjajaajajjajajaja!!!
En fin, que sí, que de mediocres acomplejados está el mundo lleno, y trabajan, de hecho son los que suelen tener trabajo, asique por algo será no???
Estoy con Ogilvy: quiero gente de la que aprender a mi lado.
Dasa, no tiene nombre no...
ResponderEliminarEl Término lo acuñé yo...vamos, Jose y yo.
Le pondremos Copyright ;-))
Me ha encantado el post. Muy bien explicado.
ResponderEliminarGracias Maluni y bienvenido a mi blog!
ResponderEliminarEspero que sigas comentando por esta casa;)
Saludos
Lo haré. Saludos
EliminarMagnífico artículo Elsa, como siempre. La verdad es que vivimos una época de muchas empresas de enanos.
ResponderEliminarGracias Myriam, es uno de mis primeros posts y además, muy significativo para mí.
EliminarSaludos