Empiezo con esta pregunta ¿Eres emprendedor o autónomo? Porque no, no es lo mismo y aunque designen conceptos que se suelen confundir, se trata de realidades muy diferentes.
Un autónomo designa a quien
trabaja por cuenta propia, para lo cual se ha inscrito en RETA, un régimen
especial de la Seguridad Social. Está a medio camino entre los trabajadores
asalariados y los empresarios y por ello se enfrenta a unas ventajas e inconvenientes únicos.
En cambio, un emprendedor es
una persona que es pionera en algún campo dentro de la sociedad y que pone en
marcha un proyecto.
Las motivaciones tampoco son las
mismas:
Los emprendedores suelen ser
personas que quieren poner en marcha un proyecto empresarial (sea cual sea la
forma administrativa que tome, entre las que puede hallarse la figura del
trabajador autónomo), generar riqueza económica y social (en forma de empleo) y
cumplir un fin determinado.
Sin embargo, los trabajadores autónomos suelen ser personas
que desarrollan una profesión y una actividad económica para llegar a fin de mes, siendo éste,
en general, su mayor objetivo a largo plazo. Se autoemplean, bien porque no
encuentran trabajo por cuenta ajena, bien porque prefieren hacer dicho trabajo en
otras condiciones, teniendo un mayor control de su propia carrera profesional, horarios y objetivos.
Por eso me asombra tanto que el
Gobierno haga una y otra vez un tottum revolutum con estos dos conceptos porque
está claro que cuando afirma que quiere fomentar el emprendimiento y el
autoempleo, se refiere a ambos términos como sinónimos y está ofreciendo soluciones comunes a realidades bien diferentes.
Se trata de dos situaciones que
requieren medidas apropiadas a cada caso y en nada tiene que ver el “caldo de
cultivo” necesario para el emprendimiento con la situación del autónomo.
No niego que el autoempleo del
autónomo pueda ser una posible salida a la crisis pero continúo pensando que no es la solución
al paro, tal y como nos quieren vender una y otra vez.
Un autónomo tiene que hacer un estudio
responsable de la situación de su nicho profesional, su propia situación económica y del potencial de sus clientes
antes de auto-emplearse.
Y el
emprendedor, debe hacer su plan de
empresa o business canvas antes de emprender y no
lanzarse al vacío, como parece que se anima últimamente a hacer. Y sobre todo, el factor desencadenante tiene que ser un buen proyecto a poner en marcha y no un problema (el
desempleo).
Y este país, desgraciadamente y emulando a la película: "No es país para emprendedores ni autónomos" (por ahora). Queda mucho camino por "arar" antes de animar a la gente a sembrarlo.
Y vosotros/as ¿Qué pensáis?
Finalizamos con un poco de humor, que siempre nos hace falta;))