Puede que a los que leéis el blog desde hace tiempo y
ya me conocéis un poco os resulte algo chocante el título del post de hoy.
¿Trabajar gratis? ¿Sin una justa compensación por el desempeño de una actividad
profesional? ¿Puede la autora de este blog defender esto? Pues sí puedo… aunque
lógicamente con algunos, no, con muchos matices y en circunstancias muy
concretas.
Veamos cuáles:
Hay diferentes momentos en la carrera profesional de
una persona en las que el hecho de acceder a poder desempeñar determinada
actividad profesional es una compensación en sí misma siempre que pueda permitirse
costearse sus gastos por otra vía, claro está.
Un ejemplo evidente es el inicio de la actividad profesional. Cuando una persona finaliza su
formación académica su principal interés es poder ponerla en práctica y
complementarla con una experiencia en su sector de actividad. El principal
obstáculo con el que se encuentra cuando accede a las ofertas laborales es la
ausencia de esa experiencia. La posibilidad de adquirirla ofreciendo sus
servicios por tiempo limitado de
manera gratuita puede ser una opción que le compense incluso económicamente ad futurum dado que este stage o trainee puede ser la antesala de un contrato remunerado en esa
misma organización o en otra. Por supuesto, el objetivo de este “empleo
gratuíto” es el aprendizaje y la formación práctica. Una vez adquirida ésta, la
consecuencia lógica sería acceder a un contrato.
Pero el trabajar gratis no sólo puede ser “rentable”
a los más jóvenes. Algunos profesionales suman muchos años de experiencia
laboral en un determinado ámbito pero buscan reciclarse y cambiar de profesión. No sólo algunos, hace poco leí
que el 45% de españoles trabajaría en otra cosa si pudiera volver atrás en el
tiempo, conforme a lo respondido en una encuesta realizada por Adecco. Su
experiencia siempre será un valor que les facilitará adaptarse al nuevo sector
elegido sin mayores dificultades una vez adquiridos los conocimientos teóricos
necesarios. Sin embargo, probablemente se encontrarán con grandes dificultades
en los procesos de selección. Es entonces cuando la posibilidad de trabajar
gratis entra en juego. Es una forma de conocer el medio y las personas, de
demostrar lo que sabe hacer y de darse a conocer en un sector hasta ahora
nuevo.
Si
eres tu propia empresa
hay ocasiones en las que conseguir un buen cliente y fidelizarlo pasa por hacer
“ciertos sacrificios” como ofrecer tu producto o servicio gratis en alguna
ocasión. Así el cliente podrá conocer tu forma de trabajar y te posicionaras
mejor frente a tus competidores.
Cuando una persona está buscando trabajo, la mejor forma de diferenciarse frente a los
demás es creando una marca personal que le posicione en el mercado. Es lo que
se conoce como Marketing Personal que no es otra cosa que dar a conocer quién
eres y lo que sabes hacer con el objetivo de atraer al empleador idóneo. Para
ello hay que trabajar mucho y gratis, a la espera de una futura compensación,
en este caso, laboral.
Otro caso en que trabajar gratis compensa es el voluntariado. A lo largo de este blog
ya hemos hablado del Salario Emocional en varias ocasiones. En este caso no hay
ninguna recompensa económica presente o futura sino que “la ganancia” reside en
el desarrollo de la propia tarea y los objetivos de la misma. Está claro que la
satisfacción de hacer algo por los demás, de trabajar por una causa social o
medioambiental, de trabajar con un fin transcendental y ético es en sí misma
una retribución. Este trabajo voluntario y
altruista puede desempeñarse con dedicación completa o a tiempo parcial,
pudiendo ser en este último caso, compaginado con el trabajo remunerado.
Y si empezábamos por los más jóvenes, qué mejor que
concluir con nuestros Seniors. Cuando llega la edad de jubilación,
hay profesionales que se encuentran todavía en plenas facultades y con muchas
ganas de continuar aportando sus conocimientos y experiencia. Es el momento, en
mi opinión, no de retrasar la jubilación sino de ceder el paso a los más
jóvenes y plantearse la posibilidad de trabajar gratis. En este caso, el hecho
de tener las necesidades económicas ya cubiertas facilita el poder optar por
trabajar cómo, cuándo, cuánto y con quién se quiere. Esta libertad compensa la
gratuidad de su labor como lo demuestran los miles de seniors que ya lo están
haciendo.
Supongo que huelga decir que estoy totalmente en
contra de los recortes salariales que estamos sufriendo en este país y muy
consciente de que no todos
pueden/podemos optar a ello en estos momentos. El trabajo gratuito debe ser
siempre una opción personal y nunca una imposición condicionada por
el ahorro salarial.
En caso de ser una opción personal doy fe, por
propia experiencia en varios de los casos expuestos, de que compensa… y mucho.
¿Vosotros/as qué opináis?