Actitud, Actitud…
Parece como la palabra mágica que puede abrir todas
las puertas: aquéllas que a veces nosotros mismos cerramos y esas otras que nos
cierran en las narices, dando un portazo.
Pero ¿Qué es
Actitud?
"Una
actitud es una tendencia a la acción adquirida en el ambiente en que se vive y
derivada de experiencias personales. Es un estado de disposición psicológica,
pero adquirida y organizada a través de la propia experiencia. Dicha
disposición incita a la persona a reaccionar de una manera característica
frente a determinadas personas, objetos o situaciones".
Esa
actitud puede ser positiva o negativa, según facilite u obstaculice
la forma en que una persona afronta una determinada realidad.
Es cierto que ante las diferentes situaciones que la
vida nos va poniendo en nuestro particular camino nosotros sólo podemos elegir una cosa: la Actitud.
La actitud con la que
afrontemos esas realidades que no nos gustan, la actitud con la que nos
dirigimos a emprender nuevos retos, la actitud con la que nos relacionamos con
los demás y con nosotros mismos: Nuestra Actitud.
Con ello no quiero decir que nosotros podemos
cambiar las cosas y desviar los acontecimientos externos a nuestro gusto. No
creo que sea tan sencillo. No voy a caer en esos tópicos tan manidos de que si
te enfrentas con actitud positiva a un problema lo solucionas y si eres
negativo atraerás sólo cosas malas a tu vida. Me parece tremendamente injusto y
una forma muy cómoda para algunos de justificar que todo lo que tienen bueno se
lo merecen. Y lo que es peor, que por lo visto otros no…
La
actitud importa ...pero no lo es todo. Afirmar eso es cruel para quienes no han superado
un cáncer terminal por muy buena actitud que tuvieran (y lo he tenido muy
cerca), a quienes perdieron su trabajo sin razón conocida, cuando eran de los
pocos que llegaban siempre con una sonrisa a la oficina, a quienes les ha
sorprendido la muerte de un familiar querido… y tantas situaciones que a todos nos
pasan por la mente (cuando no por nuestras vidas) que son muestras de que no
todo está en nuestra mano. Todo no. Qué más quisiéramos. Pero sí tenemos
nuestro pequeño, pero importante margen de acción así que hagamos la elección adecuada.
Tengamos una actitud
positiva.
Sonriamos a los demás y al mundo.
Miremos con optimismo
el futuro e inventémonos cada día nuevos sueños en donde descansar del ajetreo
diario.
Hagámoslo por nosotros mismos y también por los que
nos quieren y rodean, no para cambiar cosas que puede no estén en nuestra mano
pero sí para vivirlas con otro brillo en
los ojos, el que aún tenía mi abuelo cuando se apagó para siempre… ése que,
por el contrario, no pudo iluminar la mirada de mi querida abuela que se fue
apagando en vida.
Hagámoslo también por
los demás. Ellos también lo necesitan.
Seamos positivos. Es lo único que está en nuestras manos;))
además es necesaria la ilusión, el deseo de aprendizaje y el esfuerzo que es lo que realmente origina el talento y la diferencia. Buena semana
ResponderEliminarY yo añadiría la suerte, aunque sé que a la gente no le gusta reconocerlo, la suerte también ayuda. Aún así, uno no debe excusarse en la "mala suerte" para dejar de luchar nunca, debe mantenerse siempre la ilusión y la actitud positiva. Si no lo logras, al menos has recorrido el camino con una sonrisa. Esta actitud es muy importante pero definitivamente no lo es todo.
EliminarMuchas gracias por tu opinión que sabes valoro mucho.
Un abrazo.