No tiene por qué ser así.
Parece que nos choca relacionar Amor y Trabajo, como
si habláramos de términos no sólo dispares sino también, en muchos casos,
antagónicos.
Sin embargo, ya no somos pocos los que hablamos de Amor y Trabajo en un mismo contexto, términos que a veces son poco compatibles pero que no deberían serlo.
Cuando
me planteé escribir este blog a finales de enero lo hice con un convencimiento
firme de que había que “reaprender” los Recursos Humanos para ser, sobre todo y
fundamentalmente, “más humanos” y los humanos necesitamos inevitablemente Amor.
Ya en mi primer post “Muchas preguntas
para un Blog... New Jobs New
Times” escribía así:
¿Por qué renunciar al Amor por trabajo?
-
¿dónde está la famosa conciliación?-
¿Por qué renunciar a trabajar por Amor?
- aquí entran en
juego muchos más factores que la conciliación y da para mucho más que un post,
continuará;-) –
¿Por qué no amar tu trabajo?
- y
sentirse Valorado…
¿Por qué no trabajar en lo que amas?
-
y que la empresa (sí, la de tu jefe) sea también TU Empresa.
Pero
no estoy sola en esta “batalla”, son
muchos los que hablan de estos términos y que me han inspirado: desde Steve
Jobs con su “Tenéis que encontrar lo que amáis” que da título a mi segundo post hasta Joan
Antoni Melé, subdirector general
de Triodos Bank, un banquero
hablando de Amor como fuerza de transformación social (ver mi Post “Eticonomía”).
Y cómo
no, el comunicador y conferenciante Joan
Elías, al que ya he hecho referencia en diversas ocasiones en este blog (ver
post “Clientes Contentos” y “El Privilegio de Trabajar”) que además ha creado el Instituto Lovework: un lugar donde la felicidad y el trabajo se
unen, un punto de encuentro entre empleados y jefes; una idea innovadora que
plantea un nuevo marco de relaciones que abre las puertas de la empresa a un
nuevo paradigma en el siglo XXI. El objetivo
del lovework es crear un ambiente laboral en el que todos los integrantes de la
empresa se sientan con fuerzas renovadas para ir a trabajar. Se trata de
mejorar el terreno de las relaciones y de regular mejor la combinación de odios
y amores que se producen a diario. Una genial idea que todos podemos contribuir
a poner en práctica.
¿Por
qué no empezamos ya?
"Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que
uno hace"
Jean
Paul Sartre
Artículos relacionados:
- Eticonomía
- Píldora de Ilusión (VIII): Índice de Felicidad
- Trabajos Felices
- Emilio Duró: Optimismo e Ilusión
- Necesitamos Amor, más Amor
- Tenéis que encontrar lo que amáis
Excelente post. Diría muy poco de nosotros el no aprovechar esta crísis para no cambiar el actual modelo económico y de empresa. Sabemos cómo queremos que sean las cosas y tenemos ejemplos que funcionan y no lo dejan todo en una "bonita teoría". Pero mientras el hambre feroz de los mercados se sacie con miles de millones a costa de los ciudadanos, mal vamos... ¿no se hartaban de hablar de libre competencia? ;)
ResponderEliminarGracias Jose. Que tenemos que cambiar está claro, lo que espero es que elijamos el cambio por el buen camino y no dando pasitos atrás.
ResponderEliminarSi te ha gustado este post, ya verás el de mañana: un buen modelo a seguir.
Si lo recomiendas habrá que leer el libro... me gusta mucho tu blog, ánimo con él.
ResponderEliminarGracias Jota!
ResponderEliminarEs un libro muy sencillo, pequeñito y de letra grande...parece un "libro de niños" pero tiene ideas profundas en su sencillez. Es muy bueno, te lo recomiendo.
Bueno, en realidad, nunca deberia haber estado reñido,hasta que como dice Jose, aparecieron los insaciables mercados, que son implacables, y sin piedad, nada mas aljado del amor.
ResponderEliminarPero siendo practicos, todo trabajo futuro, pasara por las personas, en mejorarlas, mejorar su percepcion, y en definitiva su conciliacion, y eso, es imposible sin amor.
Y si, debemos fomantar el trabajo con amor, que no tanto el amor por el trabajo.
Esta es una crisis de valores, y desde luego, deberemos reconstruirlos, y no hay mejor valor, que el amor en si mismo, aplicado a lo que sea!